jueves, 21 de noviembre de 2013

EL GATO CONFITE

Al gato Confite
le duele la muela,
y no va a la escuela.
Muy alta, muy seria,
su pena gatuna
llega hasta la luna.

La carne picada
se quedó hace rato
dormida en el plato.

Bolas de papel
cuelgan de un hilito
finito, finito.

La casa está quieta,
todos los ratones
en sus camisones.

Los chicos se acercan,
besan a Confite
para que no grite.

El perro dentista
le ha recetado
bombón de pescado.

No ha nada más triste,
más triste que una
tristeza gatuna,
gatuna, gatuna.

                                                       María Elena Walsh

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